CIRUGÍA REPARADORA

  • Reconstrucción mamaria

Es la reconstrucción de uno o ambos senos. Se utiliza tejido autólogo o prótesis para construir una mama de aspecto natural. A menudo esto incluye la reformación de la areola y el pezón. Este procedimiento implica el uso de implantes mamarios o solapas de tejido reubicable del mismo paciente.

  • Lobuloplastia

El lóbulo rasgado de la oreja se produce con el paso del tiempo, y por causas como pequeños tirones o por el peso de los pendientes, el orificio del lóbulo se “estira”, produciendo un alargamiento o incluso la rotura definitiva del lóbulo de la oreja.

La solución para el lóbulo rasgado es la lobuloplastia. Se trata de una intervención muy sencilla, no hay necesidad de hospitalización y se realiza con anestesia local.

  • Quemaduras

Existen distintos tipos de tratamientos.

Para decidir cuál es el indicado para tu caso primero se debe determinar la gravedad de la quemadura, para lo cual se debe reconocer varios factores, como la zona afectada, la extensión de la misma y los tejidos de la piel que se dañaron.

En las cirugías reparadoras se procura devolverle al paciente todas las funciones que perdió la piel por la quemadura. Es por esta razón que lo primero que se intenta es restablecer el tejido dañado buscando la regeneración natural de las células. Una tarea muy compleja y que muchas veces, cuando las quemaduras son graves, resulta imposible. Es en esos casos, cuando se debe acceder a los injertos de piel.

  • Cicatrices

La revisión quirúrgica de una cicatriz puede mejorar considerablemente la apariencia de la piel dejando una marca mucho menos notoria o muchas veces imperceptible. Además con el transcurso del tiempo tenderá a difuminarse siendo después mucho más fácil disimular.

Se puede cambiar el largo, ancho o la dirección de las cicatrices; así como también mejorar la altura o profundidad de aquellas que se encuentran deprimidas.

  • Cobertura cutánea

Englobamos dentro de cobertura cutánea todo defecto cutáneo que no pueda cerrarse directamente y precise técnicas específicas para su solución. Estas pueden ser debidas a causas patológicas (extirpación de tumores, radioterapia, etc…) o accidentales.
La complejidad de la técnica dependerá de la exposición o no de tejidos nobles (cartílago, hueso, tendón, nervios y/o vasos sanguíneos). Así pues, la complejidad abarcará desde el injerto de piel en los casos sin exposición de estructuras nobles, hasta la movilización de colgajos pediculados o microquirúrgicos en los que si existe exposición de estas estructuras y precisan mayor calidad de tejidos para su cobertura.

  • Tumores cutáneos

La escisión de lesiones cutáneas es tal vez uno de los procedimientos quirúrgicos más habituales. Esencialmente, consiste en aplicar un método quirúrgico que permita erradicar una lesión cutánea. Esta eliminación puede incluir la piel circundante y, en ocasiones, añadir un margen de seguridad.

Siempre se procurará que la visibilidad de la cicatriz resultante sea lo menor posible. Para tener las máximas garantías de seguridad, conviene realizar estas pequeñas operaciones en un quirófano  correctamente dotado.